viernes, 1 de octubre de 2010

¿Qué miramos cuando miramos televisión?


La denominada ‘caja boba’ está pasando por una etapa de renovación en cuanto a variedad de discursos, teniendo en cuenta que los medios hegemónicos que se ‘apropiaron’ de la palabra durante mucho tiempo están perdiendo poder. No por nada la nueva ley de medios y su ansiada aprobación está en el tapete y comienza a ganar terreno en la agenda de los medios que pregonan la pluralidad.

No obstante, luchar contra los monopolios que tienen el poder (político, económico) de manejar la palabra y los discursos a su antojo no es tarea fácil. Son años y años que, como sociedad, estamos ‘presxs’ (por acción u omisión) de su hegemonía -no es casualidad que el filósofo y teórico marxista Antonio Gramsci hablaba de la hegemonía entendida como “el poder (…) que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación”-

Consecuentemente, la televisión no deja de mostrar productos repetidos, de escasísimo nivel cultural y que apelan sólo a la imagen de la belleza como lo fundamental para triunfar y ser respetadxs como personas. Y en ese marco debemos mencionar el histórico programa de Tinelli ‘Showmatch’. El mismo basa su éxito y popularidad en la mujer ‘muñeca’, la mujer ‘mercancía, la mujer ‘objeto’. Aquella que para ganarse un lugar en la televisión, en el mundo del espectáculo y porqué no en la consideración del telespectador, debe ser perfecta, lucir espléndida y tener ese deseo ilimitado de conquistar al macho varón a toda costa, cueste lo que cueste, aunque deba rebajarse como ser humanx y mostrar facetas burdas y ofensivas como condición de ser social.

El mensaje es claro: atraer al espectador o espectadora con cuerpos perfectos, caras talladas a mano. Varones hambrientos de mujeres manipuladas a su antojo (desde el conductor, el jurado hasta el varón que acompaña como pareja a esa mujer). La escasísima ropa, los pechos al aire y la voracidad infaltable que esa mujer debe tener hacia el varón es moneda repetida para lograr el éxito. Para asegurarse aún más el triunfo del rating y su éxito mediático, canal 13 y Tinelli apelan a la mano empresarial y ‘ponen la torta’ en distintos programas de chimentos que no hacen más que hablar de su programa, y hacer un hilo conductor que genere que Showmatch se ‘vea’ las 24 horas del día.

Pero, la cuestión es: ¿qué rol como telespectadores e individuxs de la sociedad argentina ocupamos nosotrxs a la hora de posicionarnos y prender la televisión? ¿Miramos esos programas? Y si lo hacemos, ¿con qué posicionamiento? ¿Lo criticamos o lo vemos como simples espectadores y hasta con cierta complicidad?
Tinelli podrá tener mucho poder mediático, visión empresarial y la ‘posta’ para hacer productos exitosos que perduren en el tiempo. Su nivel (cultural) es casi nulo, apela a la chabacanería, a la superficialidad y a lo más bajo con peleas y acusaciones entre quienes lo componen que levantan aún más el rafting y logra q unx hable acerca de lo que ve como casi sintiéndose parte del mismo. ¿Qué hacemos para cambiarlo? O mejor dicho ¿queremos cambiar esa forma de ver televisión y que de una vez se pueda enriquecer nuestras mentes y no degenerarlas cada vez más? Debemos mirar adentro nuestro y ver de qué lado estamos y si el deseo de cambio realmente existe.
Díaz Lozano, Mariano

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